Urano es el séptimo planeta del
Sistema Solar en orden de alejamiento del Sol. En tamaño, solo es superado por
Júpiter y Saturno. Su diámetro es 4 veces el de la Tierra, es decir, dentro de
Urano caben 67 Tierras.
A pesar de su tamaño, este
gigante fue desconocido para la humanidad hasta 1781, cuando William Herschel
lo vio por primera vez a través de su telescopio.
Cuando pudimos verlo más de
cerca, observamos lo bonito que es:
Como ves, destaca su color azul.
Su atmósfera está formada por Hidrógeno y Helio y una pequeña proporción de
metano que le da ese bonito color azulado y verdoso, ya que absorbe la luz roja.
(Recuerda cuando hablé de reflexión, refracción…).
Dentro de la atmósfera nos
encontramos con un mundo helado... Se dice que es un gigante de hielo, pero su
superficie no es de fría roca de agua helada, si no una densa y fluida sustancia
compuesta de agua, metano y amoniaco asentada sobre un enorme núcleo rocoso.
Lo más curioso de Urano es la
enorme inclinación de su eje: 98 grados. Eso significa que su eje está prácticamente horizontal. La consecuencia de esa inclinación es que uno de sus polos, en
ocasiones, está encarado al Sol y por lo tanto pasa a ser la parte más
caliente… si bien es cierto que está tan lejos del Sol (19´19 U.A.) que el
calor que le llega es más bien poco. La razón de esta extraña característica
quizá fuera el choque del planeta con otro más pequeño, se estima que del tamaño de la
Tierra, hace ya muuucho tiempo.
Tarda 84 años en dar una vuelta
alrededor del Sol, y casi 18 horas en darla sobre si mismo.
Urano, aunque está muy lejos del
Sol, no viaja solo. Goza de la compañía de 27 Lunas, muchas de las cuales no
sobrepasan los 100 kilómetros de radio. “Solo” 5 de ellas son lo
suficientemente grandes como para poder tener una forma redonda: Son Oberón,
Titania, Umbriel, Ariel y Miranda. Oberón es la mayor, y tiene un diámetro de
761 kilómetros y Miranda, la más pequeña de las cinco, de 235. Son todas ellas
enormes bolas de hielo y roca llenas de cicatrices y de las que,
desafortunadamente, no sabemos mucho. Las Lunas más exteriores, aunque se
desconoce su composición, se cree que son asteroides atrapados en el campo gravitatorio de Urano (Al igual que pasaba con las Lunas exteriores de Saturno
o Júpiter).
Pero Urano tiene más… En el 77 se
descubrieron 9 anillos, y en 1986, con la Voyager 2, se descubrieron dos más.
Más tarde, el Telescopio espacial Hubble aún descubriría otros dos. Los anillos
se llaman, de dentro hacia afuera: Zeta, 6, 5, 4, Alfa, Beta, Eta, Gamma,
Delta, Lambda, Epsilon, Nu y Mu. Los anillos están formados no tanto por hielo,
como en el caso de Saturno, si no por polvo y rocas, debido mayoritariamente a
los restos de los choques producidos entre las Lunas y meteoritos.
El sistema de lunas y anillos de
Urano es muy dinámico, y en los últimos años incluso se ha observado el cambio
de la órbita de algunas de las lunas interiores… habrá que seguir estudiándolo
porque de momento, mucho más no sabemos. ¡Ojalá manden una misión allí pronto!
(Hay tanto por explorar!!!).
Ahora toca hablar sobre otro gigante de hielo: Neptuno.
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