martes, 17 de enero de 2023

Misión Artemisa. ¡Volvemos a la Luna!

 

Me pidió un seguidor que explicara un poco la Misión Artemis (o Artemisa) de la NASA. La verdad es que tenía razón... Es un tema suficientemente importante como para no dejarlo pasar. Vamos a ver si podemos aprender algo sobre la misión que nos hará volver a la Luna.  

Lo primero el nombre: Artemis (o Artemisa) era una importante Diosa griega. Hija de Zeus (Del que he hablado en unas cuantas constelaciones: Perseo, Hércules, Osas Mayor y Menor...) y Leto y hermana melliza de Apolo. Fue compañera de caza de Orión (Y acabó matándolo al pobre). Era la Diosa de los bosques, de las colinas y, en algunos lugares, se la adoraba como Diosa de la fertilidad. Muy relacionada con la Luna (Selene era la Diosa de la Luna y luego pasó a ser Artemisa), que representa el poder femenino. Era una Diosa, en cualquier caso, muy importante para las mujeres griegas.  

Escultura romana de Artemisa

Pero vayamos al tema: Artemisa nace para llevar seres humanos a la Luna. El programa en sí empezó en el 2017, aunque algunos de sus componentes forman parte del cancelado programa Constellation, iniciado en el 2005. Colaboran, además de la NASA, varias agencias espaciales como la Europea ESA o la japonesa AXA. El programa consta de varias fases que explicaré a continuación. 

La primera parte del programa era la nave SLS, proyecto nacido en el 2011 tras la cancelación del cohete Ares V. La NASA quería tener un cohete de grandes dimensiones que le permitiera llevar cargas pesadas al espacio. El proyecto pasó por un sinfín de problemas, retrasos y sobrecostes (Ha costado más de 18000 millones de dólares). Pero finalmente ha terminado el suplicio y su primer lanzamiento ha sido un rotundo éxito. Es la versión Block 1, con capacidad para poner en órbita baja una carga de 70 toneladas, lo que lo convierte en el lanzador en servicio más potente del mundo. (En su versión Block 2 se pretende alcanzar las 105 toneladas). 

Comparación de las diferentes configuraciones del SLS.

Una vez “habemus cohete”, ya podemos pasar a las 3 fases de la misión: Artemis I, II y III. La primera ya fue completada en el 2022. Era un vuelo de prueba, sin tripulación, en la que la cápsula Orión orbitó a la Luna (Todo el sentido ese nombre, pues Orión era el compañero de caza de Artemisa). Despegó finalmente el 16 de noviembre del 2022. Se había retrasado por problemas con el llenado de combustible de los tanques, con uno de los 4 motores (que no alcanzaba la temperatura adecuada) y por el mal tiempo. Pero despegó finalmente y regresó a la Tierra 25 días después sin ningún tipo de problema.  

Preciosa fotografía de la nave Orión con la Luna y la Tierra de fondo.

La siguiente fase de la misión, Artemis II, se supone que está programada para el 2024. Por fin, llevará astronautas (4 personas), alrededor de la Luna.  

Artemis III sí será la encargada de llevar humanos a la superficie lunar. Los 4 astronautas se supone que se acoplarán a un Starship de SpaceX (Se acoplarán en la estación Gateway, como una pequeña ISS pero para dar apoyo a los viajes de la Luna) y aterrizarán en el polo sur lunar, donde pasarán unos días. Lo harán, previsiblemente, en el 2025.  

Diferentes partes de la estación Gateway.

¿Por qué en el polo sur? En teoría es donde se pondrán las futuras bases permanentes en la Luna (Planteadas para la década del 2030). Primero, hay zonas donde siempre tienen Sol, lo cual es un aporte continuo de energía (Aunque también planean llevar un pequeño reactor nuclear). Segundo, hay cráteres donde nunca da el Sol, con lo que son zonas resguardadas de la radiación solar. Por último, se ha estudiado que dentro de estos cráteres hay grandes depósitos de hielo, lo cual es importante por razones obvias (agua para beber y para combustible (hidrógeno y oxígeno)). Se avecinan tiempos interesantes, desde luego.  

Después del dos va el tres y después de Artemisa III, Artemisa IV (Para el 2027, en principio), y a partir de ahí empezar a mandar una misión al año, hasta Artemisa VIII en el 2031, donde se colocará el primer módulo de la estación permanente de la Luna (El LSH, Lunar Surface Habitat). Destacar que en la Artemisa V se utilizará un Rover lunar, para desplazarse por su superficie y otro en la misión número VII, pero esta vez presurizado, para que se pueda llegar más lejos. ¡Qué ganas tengo de ver todo eso! (Y de que se cumplan los plazos, que quizás son demasiado optimistas, también hay que decirlo). 

Futura base lunar.

Las ventajas de volver a la Luna son muchas: Investigación, explotación de recursos, lanzaderas para otras misiones (a Marte, por ejemplo), comunicaciones y aprender a sobrevivir en otro mundo. Es nuestro destino.

Por cierto, los chinos también tienen su propio plan para llevar seres humanos a la Luna. Quieren hacerlo en la década del 2030. De vez en cuando van saliendo noticias sobre las novedades y fechas de este plan. Estoy seguro de que se saldrán con la suya y, posiblemente, estén buscando la manera de adelantarse a los planes de la NASA. Habrá que estar al tanto. 

Desde luego, una misión de lo más interesante.