Estas 4 constelaciones que estudiamos hoy tienen algo en común: Un polaco llamado Johannes Hevelius les puso nombre. Hablé sobre él en una entrada reciente y pensé que sería buena idea no dejar ninguna constelación del cielo sin al menos mencionar... así que allá vamos.
El escudo, más conocida como Scutum, es una pequeñita constelación del hemisferio sur. Representa el escudo de Sobieski, el Rey polaco que venció en la Batalla de Viena en 1683. Está dentro del listado de 88 constelaciones aceptadas por la Unión Astronómica Internacional, de las cuales, en este pequeño blog, creo, hemos hablado de de la mayoría.
Scutum son básicamente 3 estrellas, de las que la de mayor brillo, Alfa Scuti, tiene una magnitud aparente de 3´85 (nada del otro mundo). Sin embargo, la cuarta estrella, Delta Scuti, es más conocida por ser la que da nombre a las variables Delta Scuti, que aunque varían poco su magnitud, lo hacen con períodos/ritmos diferentes y múltiples.
El
Sextante o Sextans, se encuentra como por debajo de la
constelación de Leo. Es otra pequeña constelación que mencioné en la entrada sobre
la Hidra, el Cuervo y el Cráter. Es que su estrella principal, Alfa Sextantis, prácticamente ni se ve a simple vista. Hevelius la nombró así en recuerdo a su querido instrumento que perdió en un incendio. Curioso lo bien que le vino quemarse.
Tampoco se ven casi a simple vista las estrellas de la constelación del
Lince. De hecho, Hevelius le puso ese nombre porque, decía, hace falta ser un lince para ver sus estrellas. Imagínate. Bueno, la realidad es que la estrella más brillante,
Alfa Lyncis, tiene una magnitud de 3´15, lo cual es poco, pero es que la constelación se encuentra entre dos grandes:
La Osa Mayor y
Auriga, lo cual hace que el Lince pase bastante desapercibido.
Por último, Leo Minor, la última de las cuatro entradas de hoy a las que dio nombre el bueno de Hevelius.
Ahí la tienes, justo encima de Leo y debajo de la Osa Mayor. Como ves, es una constelación pequeña, con estrellas poco brillantes y poco más. La estrella más brillante, 48 Leonis Minoris, brilla con una magnitud de 3´8 y se encuentra a 95 años luz de nosotros.
Por último, un regalo para los ojos, la galaxia espiral NGC-3021, situada a 100 millones de años luz de nosotros y fotografiada por
Telescopio Espacial Hubble:
El Universo es maravilloso.
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