Así que hablaremos un poco del antiguo Egipto. Cualquier cosa que hablemos sobre esta fascinante civilización tenemos que ligarla a uno de los mayores ríos del mundo: El Nilo. No cabe duda de que este río marcó a esa civilización en todo, y su manera de entender el mundo y de mirar al cielo, no fueron una excepción. La supervivencia de esta gente dependía casi al 100% del río. Sus cultivos estaban totalmente ligados a los ciclos de las inundaciones de sus campos y la capacidad para predecir el momento de las mismas fue clave para empezar a desarrollar sus conocimientos en Astronomía. (Sin olvidarnos de la importancia de la Astronomía para la orientación, sobretodo en lugares como el desierto, donde perderse es muy fácil, y mirar al cielo, una buena solución).
Astronomía egipcia. |
Así, ya en el año 5000 a.C., los egipcios diseñaron un calendario. Sabían que el año tenía 365 días y lo dividieron en 12 meses de 30 días, con 5 importantes días de ceremonias intercalados entre ellos. El caso es que se dieron cuenta de que se les iba un día cada 4 años (ahora tenemos los años bisiestos) así que decidieron corregir ese error añadiendo un cuarto de día al año. Para ese cuarto de día al año crearon otro calendario que incluía a Sirio en él. (Ya hablé de Sirio en su día y de su relación con los egipcios en la entrada de la constelación del Can Major). La importancia de esta estrella está clara ya que su aparición en el firmamento coincidía con la credida del Nilo. Así que tenían dos calendarios, basados en lo que veían en el cielo, y éstos coincidían cada 1461 años. Cuando coincidían, era como el comienzo de una gran era, lo cual se celebraba por todo lo alto.
Los egipcios también dividieron el día en 24 horas, aunque esas horas no duraban siempre lo mismo. Lo que hacían es dividir el día y la noche en 12 horas independientemente de la época del año. Por la noche, dividían el cielo en 36 constelaciones, a las que llamaban bakius (decano). El ascenso en el cielo de cada uno de ellos marcaba el paso de una hora. (Y se llaman decanos porque cada uno de ellos aparece en el cielo cada 10 días, con lo que los griegos los llamaron dekanoi). (36 decanos x 10 días son 360 días del año). Estaba todo pensado.
La importancia de las constelaciones y las estrellas para los egipcios quedó reflejada, como no podía ser de otra manera, en su arquitectura. Su obra más famosa, y la única de las Siete Maravillas de la antigüedad que sigue en pie hoy en día, la Gran Pirámide de Guiza, está alineada con los puntos cardinales (Cada lado del cuadrado de su base apunta a uno de ellos). Las galerías, según parece, señalan en algún momento a Sirio o a Orión.
Las pirámides de Egipto. |
Muchos templos están alineados con el solsticio de invierno, entiendo que alineados de alguna manera con el punto en el que se encuentra el Sol antes de ponerse y dar comienzo a la noche más larga del año.
Respecto a la arquitectura, hay muchas teorías, la más conocida, aunque no la más respaldada, es la de que las tres pirámides representan las tres estrellas del Cinturón de Orión. Bueno, no hay evidencias sobre esto y, según he leído, muchos historiadores creen que es una simple casualidad. (Sí, son 3 elementos separados por una distancia muy similar, pero nada más).
Conocían los planetas Marte, Júpiter, Saturno y Venus, que hoy conocemos con nombres romanos. La Vía Láctea, para ellos, era el reflejo del río Nilo en el cielo. Isis era una vaca y Orión, su hermano, un toro. Conocían los equinocios.
La Astronomía se desarrolló mucho durante los egipcios pero no llegó al nivel que muchos creen (No se tienen, por ejemplo, constancia de eclipses). Sí que influyó, no obstante, en las crecientes culturas romanas y griegas (y por lo tanto, en la moderna) y cuando ya el imperio egipcio estaba de capa caída, la ciudad de Alejandría, impulsada por los griegos, se convertiría en uno de los centros astronómicos más importantes del mundo, dando origen a grandes figuras como Ptolomeo. No fueron pocos los griegos que fueron a aprender Astronomía de los Egipcios. Obviamente, una civilización tan antigua tenía mucho que enseñar al resto del mundo.. Por otra parte, Cleopatra, dicen, en una de sus visitas a Julio César se llevó a uno de sus mejores Astrónomos, quien trabajó con el César y por ello cambiaron el calendario romano al conocido como Juliano.
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