Quería volver a dedicarle una entrada a mi constelación favorita: Orión. Ya le dediqué varias entradas en su día (Y también una ampliación de las nebulosas).
Fue la primera constelación que estudiamos en este blog (Recuerdo que está pensado para leer las entradas en orden, empezando por (obvio) el principio:
Fue la primera constelación que estudiamos en este blog (Recuerdo que está pensado para leer las entradas en orden, empezando por (obvio) el principio:
Bueno, el caso es que hemos ido dando muchas más cosas y quiero volver a verla.
Como sabes, es una constelación que se identifica en el cielo con una facilidad enorme. Es por ello por lo que se utiliza para identificar otras constelaciones de alrededor.
En esta fotografía, que ya pudiste ver en la primera entrada, aparecen varias estrellas que no pertenecen a la constelación de Orión. Si has estudiado, las reconocerás, por la posición, sin problemas:
En la imagen superior, la estrella que más brilla es Sirius, en el Can Mayor. Arriba a la izquierda Procyon, del Can Menor y arriba a la derecha Aldebarán, en Tauro. Bueno, la siguiente imagen muestra el truco para llegar a cada una de ellas:
Como ves, quedan Castor y Pollux, de la constelación de Géminis. Son dos estrellas igualitas y que pueden verse con facilidad.
También sabes que cerca de Aldebarán están las Pleyades. Y desde ellas, como un tobogán se ve Perseo.
Y si sigues desde Saiph hasta Betelgeuse, y alargas la línea (casi como la que lleva hasta los gemelos), llegarás a un gran pentágono: Auriga.
Un poco más allá, Cassiopea.
Y con esto abarcas una parte muy importante del cielo, casi lo que abarcas con la vista mirando hacia un lado.
Bueno, espero que esto te sirva para recordar estas preciosas constelaciones.
Y ahora sí, por fin, la constelación de Géminis.
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