'Oumuamua, que si entiendes hawaiano sabrás que significa "mensajero que viene de lejos y llega primero", ya lo dice todo. Y es tal cual, viene de muy lejos, más que cualquier otra cosa que conozcamos de por aquí y claro, es el primero que hemos conocido con esas características.
Impresión artística de Oumuamua. Crédito: ESO/M.Kornmesser. |
Su aparente forma alargada es especial, sus características son especiales y su órbita... ¡su órbita se sale del Sistema Solar! Pero literalmente, quiero decir. Con los datos que tenemos de dirección y velocidad todo indica a que proviene de fuera del Sistema Solar. Seguramente (es la hipótesis más razonable) es un cuerpo que va vagando por el espacio interestelar y el azar ha hecho coincidir su trayectoria con la nuestra. Quizás, quién sabe, estos cuerpos solitarios sean más comunes de lo que parece.
Órbita de Oumuamua. Crédito: Karen Meech et al. |
El caso es que fue descubierto el mes pasado (19 de octubre 2017) desde Hawai'i surcando los cielos a gran velocidad (unos 38 kilómetros por segundo) después de haber pasado ya cerca del Sol (37´5 millones de kilómetros). Era un objeto que provenía de fuera del Sistema Solar, su órbita hiperbólica no dejaba lugar a dudas. Además, lo clasificaron como asteroide porque no iba dejando un rastro de polvo como hacen los cometas (a ese rastro se le suele llamar "coma" o, popularmente "la cola del cometa"). Si no deja coma entonces debe estar formado por roca y metal. Y encima es muy posible que sea alargado, de unos 400 metros de longitud y tan solo 40 de ancho (y esto se estima por las variaciones de brillo que se observan con sus giros). Y es de color rojizo, por cierto (aunque eso sí es bastante normal).
Un pequeño objeto que para principios del 2018 alcanzará la órbita de Júpiter y que, probablemente unos meses después ya será invisible desde la Tierra... vale, ¿y ahora qué? ¿Y si vamos a verlo de cerca? Aunque parezca imposible, todavía estamos a tiempo de mandar una sonda a su encuentro. Parece una locura, pero, ¿y si sí?
Según parece, podríamos conseguirlo. Parece increíble que así sea pero lanzando una sonda con un potente cohete, y mediante la asistencia gravitatoria (se trata de aprovechar la velocidad de movimiento de otros cuerpos del Sistema Solar para ganar impulso) de primero Júpiter y después el Sol, estaríamos en condiciones de acelerar la sonda hasta los 62 km/s y alcanzar 'Oumuamua en unos 10 años o más. Increíble. Solo hace falta dinero. Mucho dinero, en realidad. ¿Merecerá la pena? Yo creo que no debemos desaprovechar una oportunidad como esta. ¿Y si como pasaba en la novela de Arthur C. Clark, Cita con Rama, resulta ser una nave extraterrestre? Habrá que esperar a ver lo que deciden los gerifaltes de la exploración espacial. De momento no te hagas muchas ilusiones.