Últimamente han aparecido en las noticias algunas imágenes de una hilera de satélites cruzando el cielo nocturno en algún punto de nuestra geografía. No es que sean excesivamente espectaculares, pues aparecen como una pequeña fila de estrellitas no demasiado brillantes cruzando el cielo... Es más la trascendencia que tienen por lo novedoso, lo sorprendente o por cómo la comunidad de astrónomos a nivel mundial están preocupándose con ellas. No por esa fila en concreto, si no más bien por lo que vendrá.
Bueno, antes de continuar, si quieres, puedes leerte la entrada que escribí en su día titulada: "¿Qué podemos ver en el cielo?". En ella explico cómo, efectivamente, los satélites pueden verse desde la Tierra. Puesto que se encuentran a varios cientos de kilómetros de altura, los satélites siguen recibiendo la luz Solar cuando aquí abajo, en la Tierra, ya es de noche, así que lo que nos reflejan es la luz del mismo.
Los satélites Starlink son unos equipos de comunicaciones de la empresa del magnate Elon Musk, Space X, y pretende, con ellos, proveer de internet de alta velocidad a cualquier parte del mundo. Pagando, claro. De hecho, sus servicios, con 1567 satélites lanzados hasta la fecha (En 27 cohetes, ya que lanzan unos 60 satélites en cada uno), ya pueden contratarse. (Aunque es caro y, de momento, tampoco es tan rápido (50-150 Mb/s). Aunque la cosa cambiará más adelante seguro).
Los satélites en cuestión tienen esta pinta:
Pesan 260 kilogramos y el plan es llegar a poner en órbita (A entre 300 y 600 kilómetros de altura) la nada desdeñable cifra de 42.000 unidades.
Para lanzar esa enorme cantidad de satélites, la empresa de Elon utiliza unos cohetes revolucionarios. Como todos los cohetes, están compuestos por diferentes etapas que van separándose conforme el cohete va ascendiendo. En el caso del Falcon de Space X, son dos etapas: La primera es más grande y proporciona el empuje necesario para sacar el cohete de la atmósfera (hasta 220 kilómetros) y la otra, más pequeña, lleva los satélites. La primera etapa, y aquí viene lo extraordinario, una vez se separa de la segunda, vuelve a la Tierra y aterriza verticalmente en una barcaza que está en el mar. Dichas etapas se acondicionan y pueden utilizarse de nuevo, ahorrando una pasta en cada lanzamiento. El record lo tiene la última etapa lanzada: ¡Ha volado 10 veces! (Y las que le quedan, veremos).
Primera etapa de un Falcon 9 aterrizando en la barcaza llamada "Of Course I Still Love You". |
El caso es que, aunque Starlink no es la primera, ni la única megaconstelación de satélites, sí que ha sido la más comentada, por su rápido incremento de unidades lanzadas y porque Space X y su fundador son, de por si, muy mediáticos. Como he comentado, además, muchos astrónomos han lanzado el grito al cielo porque éstos satélites pueden fastidiar una buena imagen del cielo nocturno. El caso es que para hacer una buena foto del cielo se necesitan varias horas, y si en ese tiempo te pasa una procesión de satélites, puedes despedirte de tu foto. Se han incorporado mejoras en los últimos satélites lanzados, para reducir su brillo (Una viserilla que les hace sombra) y parece ser que algo funcionan. El tiempo dirá.
Pero creo que poco se ha hablado de los Starlink comparadado con lo que nos ha dado (Y lo que vendrá) el desarrollo de la impresionante Starship de, también y por supuesto: Space X. La Starlink pretende convertirse en el cohete más grande y poderoso de la historia y llevar gente a la Luna y a Marte (de momento "solo" eso). Ya hable de ello en otra entrada: "El BFR de Space X y los primeros turistas en la Luna" y no me voy a repetir, pero de momento los prototipos y los ensayos, van, podría decirse, viento en popa. El último hito ha sido el salto de 10 kilómetros de altitud, y posterior recuperación, de uno de los prototipos: La SN15. Lo mejor es que veas el impresionante vídeo:
Y ya que hablamos de altos vuelos, nadie ha llegado más alto que el pequeño drone que lleva la Perseverance encima: El Ingenuity. Tenía muchas ganas de verlo volar, y si bien las imágenes no son espectaculares, el hecho de ser el primer objeto volador en otro planeta, sí.
Y por último, y hablando de Marte, un hecho que quizás haya pasado un poco desapercibido, otro Rover ha aterrizado en Marte últimamente. No es tan impresionante como el Perseverante, pero es la primera vez que otro país lo logra, y son los primeros que lo han conseguido a la primera: El Zhurong de China ya está allí e incluso nos ha enviado las primeras imágenes:
Vista desde el Rover. La rampa que le hará descender al suelo del planeta rojo. |