Aprovecho la excusa de mi viaje a Polonia para hablar de otro polaco célebre, más conocido incluso que Hevelius: Nicolás Copérnico.
En este caso visité Torum, la ciudad natal de este genio. La verdad es que es una pequeña ciudad bien bonita. En ella, además de pasear por sus calles peatonales, ver sus antiguas murallas, pasear junto al río... se puede visitar la casa de este célebre astrónomo, donde se pueden observar instrumentos de la época, libros, cartas y una muestra de cómo se vivía en aquellos años. Copérnico nació en 1473.
Estatua de Nicolás Copérnico en Turún. |
Hijo de una familia adinerada, destaca de su vida que no se casó y no se le conoce descendencia (Aunque cuidó los 5 hijos de su hermana). Su padre murió siendo Nicolás un niño y de su educación se encargó su tío. Estudió arte, matemáticas y Astronomía en la Universidad de Cracovia. Luego es probable que se hiciera sacerdote tras sus estudios eclesiásticos en Italia. En la Universidad de Bolonia siguió estudiando humanidades y Astronomía y en la de Padua estudió medicina y cultura griega. Con 30 años volvió a Polonia donde trabajaría para su tío y además se metería en política, haría de médico y siguió estudiando Astronomía. No debía de tener mucho tiempo libre, la verdad.
Lo que más se conoce de Copérnico, y lo que imagino dio más que hablar en la época, es su teoría heliocentrista, en la que situaba a Helios (El Sol) en el centro y a la Tierra y el resto de planetas, girando alrededor. Le costó decidirse, pero al final publicó, y con buena acogida, su obra maestra (son en realidad 6 libros): De Revolutionibus orbium coelestium.
Murió en paz, dicen, después de haber visto impresas las últimas páginas de la obra de su vida. Una de las obras más importantes de la historia de la humanidad, en realidad.
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