sábado, 19 de septiembre de 2015

Marte II, características.

Como sabes, hay un especial interés en saber cosas sobre Marte. Ahora mismo, (probablemente hayas oído algo) hay unos cochecillos teledirigidos en la superficie del planeta marciano. Están a unos 230 millones de kilómetros del Sol, y sus años duran casí el doble que en la Tierra. Nos han enviado información valiosísima sobre Marte y unas fotos preciosas para que te hagas una idea de lo que están viviendo:

Stunning Mars Photos Show a Salty Landscape: Space Photos of the Week |  WIRED
En cualquier caso, les dedicaré próximamente una entrada solo para ellos. 
Antes de mandar estos vehículos a Marte, ya se sabía mucho del Dios de la guerra. Es más, antes incluso de poder siquiera soñar con enviar algo hasta allí, ya sabíamos bastante sobre el planeta.
Ya en el siglo XIX los astrónomos se podían hacer una idea de cómo serían las cosas por allí. Cuando la Tierra y Marte están cerca, los telescopios de entonces ya eran lo suficientemente potentes como para realizar algún que otro mapa Marciano. El primero que lo hizo fue Giovanni Schiaparelli. Los mapas de Schiaparelli, con mares y ríos emocionaron al millonetis Percival Lovell




Como ves, estos mapas eran para emocionarse... Y tanto lo hizo Percival que se fue a Arizona a construir el mayor telescopio de la época. Con él, incluso vio signos de vida inteligente en Marte, es decir: Construcciones de los Marcianos. Imaginaté lo que debió ser eso para la época. Un tio influyente como Lovell, con el telescopio más potente del mundo, diciendo que veía signos de marcianos inteligentes en nuestro planeta vecino.  
Lovell viendo Marcianitos
El caso es que si te paras a pensar, el hecho de que pueda hacerse un mapa de la superficie marciana quiere decir que, al menos, las nubes no cubren al planeta, como recordarás pasa con Venus. La atmósfera de Marte es muy débil, casi toda ella compuesta de CO2. La presión atmosférica es menor del 1% de la terrestre. La razón de esta delicada atmósfera es que Marte no tiene un campo magnético tan potente como el que tenemos en la Tierra, con lo cual, la atmósfera queda a merced del viento Solar (Sí, ya llevo tiempo diciendo que un día hablaría sobre eso, paciencia por favor) que barre la poca atmósfera que podría tener.
Y otra cosa, si puedes ver la superficie del planeta, también puedes calcular la duración de los días y las noches, así que con ello, se supo que un día en Marte dura 24 horas y 40 minutos. Vamos, que a los que siempre nos anda faltando tiempo nos vendrían de lujo esos 40 minutos extra al día.
Desde la Tierra también se pudo calcular su tamaño, y utilizando las ecuaciones de Newton, su masa. Tiene un radio poco mayor que la mitad del terrestre y una masa del 10%. De esos datos se puede deducir la densidad, mucho menor que la de nuestro planeta y también la aceleración de la gravedad en su superficie: un 38% de la que tenemos por aquí. 
                                        
Para saber más sobre el planeta rojo, ya sabes, tuvimos que esperar al avance tecnológico que trajo el siglo XX y empezar a mandar sondas para verlo más de cerca. Pero eso ya, si te parece, lo dejamos para el próximo lunes. 

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